Los Impresionistas y el Paisaje


 LOS IMPRESIONISTAS 
Y EL PAISAJE


Impression, soleil levant, 1872, Claude Monet


En Europa, durante mucho tiempo la pintura de paisaje no tenía mucha importancia,
ya que la pintura se centraba en representar lo místico, lo religioso y la vida
cotidiana de la aristocracia. No sería hasta después de la revolución francesa y el
comercio que la colonización provocó que el arte en Europa cambiara.
El impresionismo surgió a mediados del siglo XIX, cuando un grupo de pintores se
sumerge en una búsqueda, con la cual deshacerse de las restricciones de la Real
Academia de Pintura y Escultura, para poder encontrar la independencia artística, y
poder desarrollar unos estilos propios.

Con la llegada del impresionismo, y su influencia en la pintura, cada vez un mayor
número de pintores salían a pintar al aire libre, ya que anteriormente la mayoría de
paisajes se realizaban en estudios. Por lo tanto, el género del paisaje se convirtió en
el espíritu del impresionismo. ¿Pero por qué el paisaje?¿Qué produjo que el paisaje

fuera tan utilizado en este movimiento artístico?¿Cuáles son las características de
estas pinturas?¿Y por qué tienen estas diferencias?
Uno de los factores que influyeron en estos pintores para salir a pintar, fue la
industrialización de los materiales artísticos, y la creación de los tubos depresibles
de plomo, que facilitaron el transporte de los pigmentos, ya que hasta este momento
se seguía utilizando las vejigas de cerdo y los testículos de toro para transportar
estas pinturas. Esta industrialización también trajo nuevos colores, lo cual les
permitió a estos pintores explorar formas diferentes de pintar a las que se solían
utilizar en Europa. Además, con estos nuevos pigmentos pudieron aplicar a sus
obras las recientes Teorías del color, tratados que tendrían mucha influencia en la
pintura impresionista.


Durante el siglo XIX, escritores, físicos, filósofos, etc. como Michel Eugéne
Chevreul, Isaac Newton, Johann Wolfgang von Goethe o Charles Blanc realizaron
estudios sobre el color, la óptica y la naturaleza del color. Esta información se
extendió, haciendo que estos temas influyeran a los pintores del movimiento
impresionista. Estos crearon obras que podrían considerarse estudios de las teorías
sobre la luz y el color.
Estas teorías junto a la invención de la fotografía, hicieron que los impresionistas se
alejaran de la precisión figurativa. Esto provocó que las pinturas se centraran en las
sensaciones que el ambiente producía, analizar los colores naturales de los
paisajes, dando lugar a una pintura más abstracta que sus antecesores. Estos
factores hicieron que la pintura se enriqueciera, utilizando nuevas formas de pintar,
como la yuxtaposición de los colores con pinceladas rápidas, dando sensación de
espontaneidad, empleo de colores vivos y claros para expresar los efectos de la luz
en estos paisajes, llenos de vibraciones y juegos de reflejos y luz.



Pero esa espontaneidad y esas formas de pintar no venían solo influenciadas por estas teorías. Tenían como objetivo atrapar el instante, eso que ves con un golpe de vista, y para los impresionistas el paisaje es la mejor elección para ello. El paisaje no es una elección simple, ya que el paisaje está en continuo cambio. Por lo que muchos pintores optaron por estudiar el paisaje, su luz, sus colores, la atmósfera y sus constantes variaciones. Muchos de estos pintores realizaron representaciones de las diferentes horas del día y estaciones, para observar esos cambios y poder captar esos instantes, como una puesta de sol o el reflejo de la luz en el mar.

Entonces al ser efectos o momentos muy breves tuvieron que buscar nuevas formas de poder representarlas, por eso la yuxtaposición de los colores y las pinceladas rápidas. 


La luz es un elemento imposible de no mencionar cuando hablamos de impresionismo. Los impresionistas entendieron que el color no era una propiedad delas cosas, sino que era resultado de la refracción de la luz en los objetos. Y en sus
obras lo vemos reflejado en técnicas que hemos mencionado anteriormente, como es las formas de mezclar los colores en el lienzo, la supresión de los detalles o los efectos lumínicos.


Otro motivo porque en el impresionismo es muy importante el paisaje es el arte de Extremo Oriente. Gracias al comercio con este, se dió un intercambio cultural que dió una nueva visión al arte Europeo, lo que provocaría que los impresionistas se
acercaran aún más al paisaje. Los artistas orientales atendían mucho a la pintura al aire libre, debido al budismo y a la filosofía taoista. Sentían un profundo sentimiento por expandir su espíritu por la naturaleza, como es en el caso de la meditación, en el que un aspecto bastante importante es sumergirse en la naturaleza. Siendo esto llevado a otras prácticas como es la pintura, y su fascinación por el paisaje. Una técnica que solían realizar en China para representar el paisaje, era observar y “memorizar” estos paisajes, para luego representarlo, pero sin la intención de crear una mimesis fiel, sino creando imágenes influenciadas por las sensaciones y experiencias que habían vivido en ese momento de observación. Esto fue transmitido a los impresionistas mediante los envoltorios decorados de la porcelana oriental, transmitiendo les ese interés por pintar la experiencia.
 




Por lo tanto el paisaje para los impresionistas era una vía para expresar sus
experiencias, creando representaciones de la realidad propias, atendiendo a
lenguajes nuevos como son el color, la luz y alejándose de esas mimesis fieles.
Para ellos la experiencia del paisaje no podía ser resumida en el sentido de la vista,
al igual que la pintura del paisaje no puede ser reducida al sentido de la vista.
«Pinto lo que veo, y no lo que los otros quieren ver». Manet.

Bibliografía y webgrafía:

Francisco José Rojas Ruiz 

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